INTRODUCCIÓN Y UN POCO DE HISTORIA
Desde sus orígenes, los lobos han sacado el máximo provecho de sus presas. Una vez ingeridas las partes más carnosas y blandas, quedan restos como pezuñas, piel y pelo, patas, cartílagos, tendones, huesos, orejas… Todos estos “desperdicios” en absoluto lo son, ya que pueden quedarse horas o incluso días masticando estos elementos, como una actividad estimulante y relajante. Además también es una manera de mantener limpios y en forma sus dientes y mandíbulas.
Durante los miles de años que el perro lleva conviviendo con el humano, ha seguido aprovechando estos
“desperdicios” que nosotros desechamos, para dar rienda suelta a su necesidad de masticación. Estos restos han sido parte fundamental de la dieta de los perros en convivencia con el humano hasta hace muy poquito.
Hoy podemos saber que esta actividad favorece la segregación de endorfinas. Las endorfinas son neurotransmisores que al ser liberados producen en el perro una sensación de bienestar, relajación, analgesia y placidez. Compartir estos momentos en grupo ayuda a crear y fortalecer lazos de confianza.
Hoy en día, con la llegada de los pienso parece que hemos olvidado dar amor y trabajo a esas muelas. La consecuencia más visible es la cantidad de bocas sucias que se ven entre los perros. Pero la masticación nos aporta mucho más que unos dientes limpios:
- Valor nutricional.
- Segregación de endorfinas: favorecer el bienestar, la placidez y la relajación.
- Material de enriquecimiento y estimulación: aumento de calidad de vida.
- Mandíbulas más fuertes y ejercitadas.
- Eliminar sarro y mantener encías sanas.
- Aplacar el aburrimiento, enriquecimiento ambiental.
- Utilizado de la manera adecuada es una herramienta que nos puede ayudar a gestionar su ansiedad.
- Nos puede ayudar a generar confianza tanto con el grupo social, como con el entorno como consigo mismo.
En definitiva, los perros tienen esas ganas y esa necesidad de masticar. Les damos juguetes inadecuados con los que intentan cubrir esta necesidad pero los destrozan enseguida y encima nos enfadamos. Tu perro necesita masticar ¿Qué quieres que mastique?
A. Cojines y mandos de la tele.
B. Tendones y astas.
Si no le das la opción B, no te extrañe si elige la A.
TIPOS Y FORMAS DE UTILIZARLA
Una vez tenemos claro que la masticación es un imprescindible en el día a día de nuestro perro, vamos a ver cómo utilizarla para sacarle el máximo provecho. Porque no todo vale, una actividad de masticación mal planificada puede ser incluso contraproducente.
Aprender a utilizarla a vuestro favor va a ayudaros muchísimo a aumentar la calidad de vida y mejorar su gestión emocional. Aquí no vamos a poder profundizar demasiado Masticación pero si vamos a dejaros unos cuantos tips para que podáis ir aprendiendo las maravillas del mundo del masticable.
TIPOS SEGUN COMPOSICIÓN
Tenemos masticables y mordedores de muchas formas y colores, así como de numerosos materiales: gomas, plásticos, telas, cuerdas, pieles prensadas, extrusionados, naturales… Nosotros siempre vamos a recomendar mordedores NATURALES.
Preferiblemente evitaremos mordedores de plásticos, gomas, telas y materiales no comestibles ni orgánicos (foto ejemplos) por dos motivos principales:
- Pueden ser peligrosos / tóxicos si se tragan un trozo y no es un material adecuado para sus dientes y boca.
- Están aprendiendo a satisfacer su necesidad de masticación con estos materiales y será más fácil que redirijan luego hacia objetos inadecuados.
Por ello, buscaremos siempre snacks naturales, a ser posible lo menos procesados posible. Por ejemplo: huesos, tendones, orejas, pezuñas, etc. También podremos elegir opciones extrusionadas si son de alta calidad, ya que las de baja calidad pueden tener alto porcentaje de ingredientes indeseados.
También hay otros materiales naturales como maderas, raíces, resinas, que son muy seguros e interesantes. Siempre maderas concretas con el adecuado tratamiento que asegure que no van a astillarse y puedan producir algún daño al animal.
Para conseguir masticación de calidad podemos recurrir a nuestra tienda canina de confianza, pero también podemos encontrar maravilloso material en la carnicería de nuestro barrio. Por supuesto, si tu perro come dieta BARF y en ella están incluidos huesos carnosos enteros, estos van a aportar también esta función de masticación. No olvides que para introducirte en dieta natural y saber cómo iniciarte con los huesos carnosos lo mejor es siempre que lo hagas de la mano de un profesional.
En cualquier caso, si tu perro come dieta natural triturada, cocinada, pienso, u otro tipo de dieta sin hueso carnoso, va a ser fundamental que ofrezcas suficiente masticación.
Por último, también debemos evitar los snacks hechos con pieles a las que dan formas artificiales o blanqueadas. Son los que tienen más tendencia a producir atragantamientos ya que la piel es muy elástica y está tratada. Además, en el proceso se utilizan químicos que, si podemos evitar, mejor. Por supuesto no hay problema en que tu perro coma una chuche así de vez en cuando, pero para el día a día es mejor evitarlo.
TIPOS SEGUN DURACIÓN
Tenemos snacks de corta, media y larga duración. Al referirnos a estas categorías estamos hablando de manera genérica ya que la categorización es individual, ya que cada perro es un mundo, y debe ser adaptada e individualizada como veremos en el apartado siguiente.
Corta: Snacks, treats, premios, chuches, podemos llamarles de muchas formas, pero se trata de snacks naturales que duran menos de 5/10 minutos. Este tipo de snacks no van a sacar a penas función de masticación, ni van a conseguir apoyar un proceso de relajación, pero a cambio son los que suelen suscitar la motivación más alta. Se suelen usar más como entretenimiento o distractor para focalizar a nuestro perro en momentos puntuales (por ejemplo, cuando sabemos que va a sonar el timbre porque viene un repartidor) o como un mero premio. También pueden utilizarse dentro de un ejercicio de búsqueda olfativa.
Media: Aquí entran snacks que pueden durar desde 10 minutos hasta unas pocas horas. Con este tipo de masticables podemos tener los beneficios de la corta (alta motivación y facilidad para focalizar) pero a la vez conseguimos una actividad más larga que les invite a tumbarse en un lugar cómodo, buscarse las mañas para sujetar bien la pieza y ponerse a trabajar las muelas. Es decir, también podemos conseguir objetivos de relajación y segregación de endorfinas.
Larga: En esta categoría entran los snacks más duraderos, que aguantan desde varias horas hasta varios días. Este tipo de masticación es idónea para dejar por casa al alcance de nuestros perros. Normalmente suscitan una baja motivación en comparación con el resto, pero a cambio nos ofrecen un enriquecimiento muy duradero. No debemos esperar que nuestros perros la utilicen igual que las otras, lo ideal es tener dos o tres tipos al acceso e ir variándolos semanalmente. Ellos los utilizarán si lo consideran necesario, cómo y cuándo lo consideren. Esto es muy enriquecedor, ya que tendrán acceso a autorregularse y decidir. Al suscitar menor motivación, es raro que nos puedan servir para focalizarle en momentos complejos.
Registrar, el arte de conocer a nuestro perro
¿Y cómo vamos a saber identificar cada tipo? ¡Depende de tu perro! ¿Y cómo vamos a saber cuánta motivación le suscita o cuándo y cuál necesita cada snack? ¿O cuáles le gustan más? Lo más importante de todo es saber:
- Cuando es el momento ideal
- Cuál es el snack ideal para ese momento
- Cómo saber si un snack es larga, corta o media duración
- Cuál prefiere mi perro
- Si le sienta un snack bien a mi perro
Pero todo esto, ¡depende de cada perro! Por eso, lo más importante es registrar toda esta información para conocerle cada día más.
Lo recomendable es que cada vez que uses un snack nuevo apuntes: nivel de motivación, duración, si le ha sentado bien y veces ofrecidas. Así podrás ir viendo cuáles te valen para cada ocasión. Y si tienes dudas de cuál es el snack ideal para la ocasión, usa varios y deja que tu perro elija.
¿Y si te equivocas? A veces puedes ver que lo come con ansia, que lo intenta enterrar con el morro o que lo abandona. Si ofreces un snack demasiado difícil para su estado emocional o para su capacidad de masticar puede ser que no conecte con la actividad, incluso que se angustie o frustre porque “le queda grande”. Todo esto puede significar no era el snack o el momento adecuado. Pese que debemos intentar evitarlo y que no se sienta sobrepasado, si nos vemos en la situación no te preocupes: TOMA NOTA Y APRENDE PARA LA SIGUIENTE.
RECOMENDACIONES DE USO
Para que el uso de los snacks pueda ser efectivo, es importante dejar al perro tranquilo cuando esté en su momento de masticación. No hay que presionarle ni insistir más de la cuenta.
Siempre deja pasar 48 horas mínimo entre un snack nuevo y otro. De este modo, si ese masticable no le sienta bien podremos saber cuál es el snack que le ha provocado este malestar. También las primeras veces que probemos un snack es mejor que sea bajo supervisión, hasta comprobar que el perro lo hace bien.
Los snacks deben ser de un tamaño adecuado al tamaño del perro. Pero en caso de duda, ¡siempre mejor pasarse de grande! Hay que tratar de evitar masticaciones pequeñas que puedan tragar sin masticar, ya que puede ser peligroso.
Casi todos los masticables tienen sus “trucos” para bajar o subir la dificultad, así como para aumentar la motivación. Conoce bien cada producto para sacarle el máximo provecho. Algunos ejemplos de esto son:
- La pezuña de búfalo puede rellenarse con patés o latas para aumentar la motivación y congelarse después para aumentar la duración
- Las maderas y raíces pueden untarse con aceites (oliva, salmón, atún…) para aumentar la motivación
- El churpi puede meterse en el microondas para modificar su dureza y disminuir la duración y aumentar su poder de motivación
¡Hay un sin fin de opciones!
